
Sobre ABJ Austral
Una forma auténtica de viajar, contar historias y vivir la ruta
Quiénes somos


El origen del nombre
Nuestra forma de viajar no tiene reglas ni vehículos obligatorios.
A veces es en avión, otras en barco, en auto, en moto o simplemente a pie. Para nosotros lo importante no es el medio, sino la experiencia. Lo que realmente vale es estar ahí: sentir el viento, conversar con la gente, descubrir lugares que no estaban en el plan y dejar que el camino hable por sí solo.
Viajamos como se pueda, cuando se pueda y con lo que tengamos, porque este mundo es demasiado grande y demasiado hermoso como para verlo desde lejos.
ABJ Austral nació como una idea simple: documentar nuestros viajes tal como son.
Sin guiones, sin filtros y sin pretender ser algo que no somos.
Somos Gabo y Pía, dos viajeros que encontraron en la ruta una forma de ver el mundo, entender la vida y crecer juntos.
Aquí vas a encontrar viajes reales: rutas completas, relatos honestos, videos sin guion y fotografías que cuentan historias tal como sucedieron. No somos una agencia, no vendemos tours y no maquillamos el camino. Compartimos experiencias auténticas, aprendizajes, errores, momentos épicos y también los difíciles, porque viajar es así: impredecible, extraordinario y completamente humano.
Si buscas inspiración para tu próximo destino, ideas para planificar tu ruta o simplemente asomarte al mundo desde nuestra perspectiva, este es tu lugar.
ABJ Austral nació simple y honesto, como nacen las cosas que no se buscan pero se quedan.
La A vino por fonética, por ese sonido que abre el nombre y lo hace fácil de recordar.
La B es por Benelli, mi apellido; la J por Jamett, el apellido de Pía. Era nuestra forma de firmar el camino sin poner nuestros nombres completos, una identidad compartida.
“Austral” llegó después, casi solo: porque nacimos en el último país del mundo, en la esquina sur del mapa, donde los viajes empiezan distintos y las rutas parecen más largas. Así se armó ABJ Austral, una mezcla de orígenes, rutas y apellido, que hoy es mucho más que un nombre: es nuestro punto de partida.
Al principio lo hacíamos para compartir con amigos y familiares, para que sintieran un poco de lo que vivimos lejos de casa. Pero con el tiempo entendimos algo más profundo: los viajes te cambian, y el tiempo no vuelve. Cada ruta, cada decisión, cada paisaje que te deja sin palabras es un instante único que desaparece si no lo guardas en algún lado.
Registrar estos momentos se convirtió en una forma de conservar quiénes éramos en cada kilómetro, y sin darnos cuenta, esas historias empezaron a llegar a otras personas que sienten lo mismo que nosotros. Así nació una pequeña comunidad de viajeros, curiosos y soñadores que comparten esta misma locura.
Documentamos porque queremos recordar, porque queremos conectar y porque las experiencias, cuando se comparten, se vuelven aún más grandes
